Las Vidas Paralelas, a las que su autor debe su mejor e inmensa fama y en las que parangona las de los hombres más ilustres de la Antigüedad clásica, constituyen un conjunto de cincuenta biografías animadísimas, pletóricas de acentos verdaderamente pictóricos y en las que, además de una ingente documentación jamás farragosa y de la idea capital que las inspira en pos de unos aleccionadores paralelismos, cunden merecimientos puramente literarios que hacen de esta obra todo un monumento de esta naturaleza. Ejemplo de erudición, de moral, de conocimiento del corazón humano, de buen estilo literario... tal son, a más de otras muchas cosas, estas Vidas paralelas, escritas por Plutarco y leídas por todo el mundo culto, y desde luego, por insignes estadistas que nos han comunicado lo mucho que aprendieron en ellas.
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